El sentido

Entender cada proyecto como único e irrepetible.

Diseñar arquitectura sana, delicada y pertinente.

Realizar procesos con cuidadosa reflexión, colaboración, experimentación, dialogo y consensos.

Construir mediante la selección individual de técnicas y recursos constructivos.

Preservar la memoria de los lugares y procurar la supervivencia, la convivencia humana y la conexión armónica con la naturaleza.


El camino

La belleza concebida para nuestros proyectos es la salud de los habitantes que por ella discurren. Así como un cuerpo vivo tiende a regenerarse por sí mismo, la arquitectura debe hacerlo también. Cada lugar tiene sus propios procesos sistémicos.

Una arquitectura consciente se desconecta de la inmediatez visual de nuestros tiempos para adentrarse en experiencias profundamente armónicas con el entorno.

Cada obra es un diálogo constante con el pasado: evalúa minuciosamente el sitio antes de nuestra intervención. Al final, la operación dará una nueva vida a cada lugar, por tanto, solo haremos aquello que sea capaz de ser mejor a la acción de no hacer.

Generar un marco de acciones pertinentes en cada proyecto, permite desarrollar sistemas constructivos innovadores y accesibles. Valorar el costo energético de cada proceso, reduce al mínimo indispensable el impacto medioambiental.

Cada diseño tiene un proceso de maduración.  Cada prueba en el taller, una conclusión. En obra, la mano cuidadosa de cada obrero, artesano y técnico, se cuida la manufactura delicada.  Al final, la esencia contenida en cada espacio, justifica cada trazo, cada dibujo, cada momento de construcción, cada meditación.

El silencio toma tiempo.


Equipo

El taller es flexible, itinerante y adaptable a la dimensión de cada momento.  Arranca en el 2012 y hasta ahora, cada proyecto se conforma de un equipo multidisciplinar de socios, técnicos, colaboradores, estudiantes, artistas, obreros o artesanos. Para la unicidad de cada proyecto, se conforma un equipo solvente en cada encomienda y se configuran redes de apoyo físicas o remotas. La calidad humana de cada equipo es garantía de la calidad de las obras construidas. La realidad nos demuestra que el resultado de cada proyecto equivale a la calidad nuestra comunicación durante los procesos.


Autor

Jorge Ramón Giacometti

Nace en Quito en 1984. Ha vivido en Ecuador, España y Brasil. Es arquitecto y Master en arquitectura por la Universidad Politécnica de Valencia-España. Es Investigador, viajero, dibujante, diseñador y constructor. Vincula estos saberes en encargos de proyectos singulares. Desarrolla su práctica profesional desde 2012 junto a asociados itinerantes, equipos técnicos interdisciplinarios y estudiantes. Ha ganado premios nacionales e internacionales en obra nueva construida y rehabilitación. Es docente de proyectos arquitectónicos y construcción en la Pontificia Universidad Católica del Ecuador.  Realiza conferencias, talleres, viajes y proyectos en Europa y LATAM. Su obra se expone y publica constantemente.  Actualmente trabaja con proyectos en Ecuador y España.